Técnicamente, la única ruta a la que podemos denominar Transiberiano es la que nos lleva desde Moscú a Vladivostok haciendo un recorrido únicamente por Rusia, sin embargo, hay otras dos rutas o ramales que parten -digamos- de la ruta madre del Transiberian pero que cruzan fronteras a los países del sur. La ruta del Trans-mongol (o Transmongoliano) que cruza desde Rusia hasta Mongolia y la ruta del ramal Trans-manchurian (o transmanchuriano) que hace frontera más al este entre Rusia y el norte de China.
Sin entrar en detalles sobre los visados necesarios para salir y entrar a cada país por los que transcurre el tren, quería hacer un breve resumen sobre los pasos fronterizos y aduanas que nos encontramos en los ramales del Transiberiano que nos hacen cambiar de país.
ADUANAS Y FRONTERAS
Excepto en el momento en el que se producen las formalidades aduaneras, por lo general es posible bajar del tren y esperar en la estación, en el caso de Erlian, si el vagón en el que estás se queda en medio del hangar para el cambio de bogies, lo tendrás más complicado.
En cualquier caso, el cambio de país, implica cambio de vagón restaurante, cambio de máquina y muchas otras cosas que hace que podamos estar hasta ocho horas para cruzar entre Rusia y Mongolia o entre Mongolia y China, por ellos, aunque se puede estar relajadamente en el vagón o en la cama, lo conveniente es salir a conocer todo lo que rodea aquello.
Celebrando en Sukhbaatar con una cerveza Rusa, que oficialmente soy bienvenido a Mongolia.
Como he mencionado anteriormente, los cambios de frontera son muy largos, estando desde las 6 hasta 11 horas incluso en la frontera. Tiempo suficiente para conocer la zona, pero, hay que tener cuidado de despistarse, puesto que pueden venir los oficiales aduaneros en cualquier momento a revisar los equipajes y los pasaportes.
Aquí he de contar -aunque sea otra historia- que nunca me sellaron el papel de aduanas de entrada a China (sí el pasaporte) porque me quedé dormido y con el cerrojo de la puerta puesto, recuerdo haber escuchado golpes en la puerta, pero con tanto ruido fuera por el cambio de bogies en los trenes, no me enteré. Tema que no fue complicado a la hora de salir, aunque sí me dijeron que podía haber tenido un problema si me para la policía por China, a pesar de tener el visado en regla.
Algo a tener muy en cuenta, no sólo en las fronteras sino en todas las estaciones en las que para el tren, es que unos 30 minutos antes de que el tren llega a la estación, se cierran los baños. En una estación donde la parada es de 20 minutos máximo, uno se puede aguantar, pero en las fronteras y tras tantas horas, … es cuando uno ha de volverse «creativo».
Tras dejar atrás Naushki (última estación en Rusia), los controles fronterizos por toda la zona son muy fuertes por el lado ruso.
Cuando llegan los funcionarios de aduanas para el control de pasaporte y equipaje. Primero llega la persona del país saliente, que verifica que la persona que sale es la del pasaporte, quizás te haga algunas preguntas (Rusia) sobre el dinero que llevas, registra todo tu equipaje (al salir de Rusia) y si todo está en regla, te sella la salida y ya está. Escuché muchas historias sobre la frontera de Rusia, con extorsiones y robos por parte de los funcionarios, pero la verdad es que en mi caso no hubo mucho problema, más allá de que revolvieron todo mi equipaje y compartimento del tren de muy malas maneras, pero … nada más allá. Posteriormente llega el funcionario del país entrante (en la primera estación del país al que entramos), en el caso de entrada a China, se hace en los hangares donde se realiza el cambio de bogies y te da el papel de inmigración y te comprueban el pasaporte. Ni en Mongolia ni en China nos registraron los equipajes.
En todo el tiempo en el que se producen los papeleos y formalidades aduaneras, hay que permanecer en el compartimento del tren, el resto del tiempo, puedes estar donde quieras. En el caso de Mongolia (exactamente en Sukhbaatar), tras la persona encargada de revisar los pasaportes, entran otras personas vendiendo divisas, la verdad que el cambio no estaba del todo mal, y aunque sea peor que en Ulan-Bator, … la experiencia del cambio de divisas es interesante.
FRONTERA RUSIA-MONGOLIA (tren #3/4, 363/364, 5/6)
Con mucho, es el paso fronterizo con la parada más larga, en la que se puede estar hasta 11 horas sobre todo en el lado ruso, cuya estación es Naushki). Aquí nos encontramos con lo típico: las formalidades de inmigración y aduana de las que no hay por qué preocuparse, aunque los rusos son muy serios con respecto a los mongoles y los funcionarios chinos, así que, mejor nada de bromas y de tonterías con ellos.
Si estás cruzando en el sentido Mongolia–>Rusia, en la propia estación (al final de los andenes) hay un banco donde puedes conseguir rublos. Si estás haciendo el viaje en sentido Rusia–>Mongolia, será en Sukhbaatar (primera parada en Mongolia) donde el cambio de divisa lo podrás hacer en el mismo compartimento, con una de las personas que se sube al tren, y la verdad es cambio no es malo y es incluso mejor que el banco que hay junto a la estación. En Mongolia podrás cambiar tus Rublos sobrantes por los Tugruks de Mongolia (al igual que Dólares Americanos y Euros), pero no olvides negociar bien la tasa de cambio. Lo mejor es llevar de antemano anotados los cambios de divisa reales para negociar alrededor de ellos.
Lo normal es bajarse del tren para pisar por primera vez suelo Mongol, pero hay que tener cuidado y no distraerse porque el tren se va para cambiar de vía (como nos pasó a nosotros), que le perdimos y tuvimos que correr por las vías hasta dar con él en otro lugar.
En ésta frontera, dos advertencias: la primera de ellas es que también se suben al tren, tanto en el lado ruso como en el lado mongol representantes oficiales de alguna compañía de seguros al mismo tiempo que el funcionario de inmigración en la frontera, ya que todos los lugareños han de pagar una especie de seguro que al cambio era 1 euro; pero también aprovechan para meterse en los compartimentos de los viajeros occidentales donde se intenta cobrar por un seguro que NO es obligatorio, es más, ni siquiera te enseñan o dan una copia de la póliza (en caso de pagar y ser -obviamente- estafado). Y no es mucho dinero (aunque a los occidentales nos piden 10 euros al cambio) pero, es una práctica estafadora.
La segunda advertencia en ésta aduana es que, a muchos viajeros de mi mismo tren les escuché que los funcionarios Rusos al salir del país y verificar la cantidad de dinero que sacabas del país, en cierto modo te intimidaban para que no sacases Euros del país, te -obligaban- de alguna manera a que cambiases por Rublos, algo que es obviamente ilegal y a lo que te tienes que negar en rotundo, y cierto es que los funcionarios de aduana rusos, … dan miedo.
FRONTERA MONGOLIA-CHINA (tren #23/24, 3/4)
Es la frontera más simple que nos encontramos en todo el trayecto del Transiberiano (o Trans-Mongol en éste caso), tanto los controles de inmigración como los de aduana en ambos lados es bastante amable y profesional. Esta frontera es algo larga, si se viaja en el sentido Mongolia->China, hay muchas horas en las que no se puede bajar del tren.
Desde que se terminan los controles aduaneros en Mongolia, hasta que puedes bajar del tren pasar unas 8 horas, ya que en el primer pueblo en China (Erlian), no se permite bajar puesto que los controles de entrada se hacen en los propios hangares en los que se produce el cambio de bogies o ruedas de los trenes para adaptarlos al ancho de vía Chino, con lo que la mayor parte del tiempo en éste cambio fronterizo, hay que quedarse en el interior del tren, y como he mencionado antes: «con los baños cerrados».
El cambio de bogies o ruedas se produce en el lado Chino, donde el tren va poco a poco repartiendo los vagones uno a uno en varias vías dentro de unos hangares en lo que los operarios levantan de manera hidráulica los vagones, quitan los bogies del ancho ruso y mongol para poner los chinos con un ancho de 10cm superior. Hay que tener en cuenta durante todo éste procedimiento, que si bajas del tren, no podrás subir hasta que hayan cambiado por completo los bogies de tu vagón. Aunque es interesante bajarse para hacer algunas compras, usar los aseos y conocer la zona, puesto que todo el papeleo aduanero se hace cuando tu vagón se deja en el hangar, así que ya eres oficialmente bienvenido a China
En el lado de Mongolia, el tren se para por un tiempo más o menos corto, 1 ó 2 horas, que nos dan la oportunidad de bajar y caminar por suelo mongol por última vez (o primera si estás viajando en sentido contrario) y ver ver gente deambulando cargados con los tradicionales sacos de té mongol, donde además les podrás comprar un té realmente exquisito.
FRONTERA RUSIA-CHINA (tren #19/20)
Perteneciente al ramal del trans-manchuriano, como en la frontera entre Mongolia y China, ésta frontera es muy la sencilla, relajad y relativamente eficiente en el lado Chino. En la actualidad existe una amplia zona comercial con tiendas de artículos baratos, así como un banco, aunque también hay personas que por los andenes cambian divisa de una manera más -para mi gusto- divertida entre el Yuan Chino y los Rublos Rusos. En el lado de Rusia, la espera es mucho más larga, donde no puedes bajar del tren hasta que se terminan los trámites de aduana e inmigración.
Una vez tu pasaporte y documentación está validada te obligan a bajarte del tren y quedarte en la estación, donde hay un restaurante en la planta baja y un banco en el segundo piso (con una muy buena tasa de cambio según dicen). Las bolsas y equipajes hay que dejarlas en el tren, donde los funcionarios rusos entran posteriormente a registrar los equipajes. El tren desaparece de la estación para el cambio de bogies y de locomotora, siendo en éste caso, un procedimiento que no es posible ver por los viajeros en ésta frontera.
Os dejo aquí un resumen en vídeo de nuestra aventura en las fronteras: papeleos, formalidades, tiempos de espera …
MUY BUENA INFORMACION EN MAYO DEL 2016 DIOS MEDIANTE, QUIERO INICIAR ESTA GRAN TRAVESIA
Mucha suerte y quédate con cada instante de este viaje, es impresionante
Vaya pedazo de experiencia. Aunque leyéndote la verdad que aparte de mucha envidia también me ha dado mucho respeto… uuff no sé si me atreveré a sentir esa «presión» de los aduaneros…
Que valiente de tomar vídeo de los agentes de migración 😀 luego sirve para que uno vea como es la cosa…
Todavia no me he topado a los agentes Rusos… pero los Ucranianos te puedo decir que dan miedo XD así que los Rusos ha de ser aun peor
Y lo del «bano cerrado» que angustiaaaaaaa!
Un viaje con el que creo que todos soñamos. Menuda experiencia Alfonso.
Un abrazo,
Es «el viaje» con el que un turista se convierte en viajero.
Hace unos años me atraía muchísimo la idea de hacer ese viaje pero me he ido enfriando y supongo que en parte es por la pereza del papeleo. ¿Será que me estoy haciendo mayor? nooooooo, que va!!!
Buena info, gracias!
Vaya tela con las aduanas!! Si es que al final el viaje seguro que se alarga en demasía por culpa de las paradas!
Menos mal que no os pasó nada por no tener sellado el pasaporte!
Un abrazo
Es parte del viaje y una gran experiencia, … si las aduanas fuesen sencillas, se perdería parte de la esencia.