Hace tiempo que teníamos ganas de probar el hacer un tour por Madrid en Segway; cuando les veíamos por el centro en grupo, siempre pensamos en lo divertido que tenía que ser recorrer las calles y hacer lo que podríamos denominar como turismo de futuro.
Y es que, no es ni peor ni mejor que otras formas de visitar una ciudad, de hecho, yo soy «de caminar», pero tras descubrir el Segway reconozco que es la forma más amena, divertida, rápida, práctica y ecológica de conocer una ciudad. Porque no se trata sólo de conocer una ciudad sino de divertirse haciéndolo, y en eso el Segway no tiene rival
El Segway es un transporte de auto-equilibrio personal diseñado para funcionar en cualquier entorno peatonal. Es nuevo, es genial y nos ofrece un montón de diversión en cualquier ruta que elijamos de todos los Madrid segway tours que ofrece Segway Trip…
Hay tours de todo tipo y para todos los públicos, rutas gastronómicas, culturales, rutas de compras … todas con algo en común, el buen ambiente, la diversión y el sentirse como una «celebrity» o un famoso sobre el Segway; y es que es normal ver como todo el mundo se gira al verte pasar, y cuando digo todo es mundo es TODO EL MUNDO.
Nosotros, madrileños y residentes en Madrid de siempre, reconocemos que hasta que no hicimos la ruta en Segway, nunca habíamos estado en lugares tan preciosos como el Campo del Moro del Palacio Real, no había ido ni conocía Madrid Río… y es que muchas veces, los propios locales, por pereza, por no caminar mucho o por pensar que está cerca y justificándonos con un … «bueno, ya lo visitaré» … nos olvidamos del patrimonio que tenemos a nuestro alrededor. Creo que todos deberían probar alguna vez lo que es un Segway y conocer así mucho mejor Madrid.
El funcionamiento es sencillo, aunque al subirnos por primera vez la sensación es extraña, parece que se vaya a caer. En todo caso, siempre hay un pequeño curso de entrenamiento antes de salir a rodar por las calles.
El Segway contiene cinco giroscopios que le permiten equilibrar en un punto muerto, teniendo además movimientos muy precisos y fáciles; Si se inclina hacia delante, el Segway sigue adelante y, si se inclina hacia atrás, el Segway se ralentiza y se detiene, y también se puede ir hacia atrás. Hay sensores en la plataforma que detectan sutiles cambios en el peso y responden a ellos en consecuencia.
Nosotros hicimos una ruta perfecta, que se nos hizo corta incluso; partiendo de la plaza de la Ópera donde además aprendimos a utilizar el Segway, de ahí por la plaza de oriente y Palacio Real hasta el increíble Templo de Debod y las maravillosas vistas del parque del Oeste hacia el Palacio y la Catedral de la Almudena.
Bajamos hasta los jardines del Campo del Moro y de ahí por Madrid Río, que es un tramo que caminando se haría muy pesado. or Madrid Río llegamos hasta sobrepasar el puente de Segovia y disfrutando de la vida de la visa social de los madrieños en un soleado domingo.
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A la vuelta recorrimos el Madrid de los Austrias, donde es curioso la cantidad de edificios pintorescos e historias que desconocíamos; callejeamos por el Madrid más castizo, su viejo ayuntamiento y estrechas calles hasta llegar a la Plaza Mayor y finalizar en el restaurante Botín, famoso por muchas cosas pero sobretodo por ser el más antiguo del mundo, fundado en 1725.
Al llegar a Botín nos recibieron los propietarios, o mejor y más orgullosamente dicho, la cuarta generación que regenta el restaurante. Se trata de la familia González, muy amables, hogareños y acogedores que nos hicieron aún mejor nuestra ruta turística, consiguiendo que no pudiese acabar de una manera más excepcional.
En el restaurante Botín comimos unos entrantes caseros, de gran calidad y sabor. También probamos el cochinillo asado, cocinado en su histórico y famoso horno de leña, que lleva 300 años dando calor sin descanso haciendo que sus cochinillos sean sin lugar a dudas los mejores que puedes probar. Y es que, lejos de pensar que en el restaurante Botín se paga el precio de la «turistada», el restaurante ofrece en todos los platos una calidad excepcional con una cocina muy cuidada y elaborada orientada a los que nos gusta comer como si estuviésemos en casa de la abuelita.
Aquí os dejamos un corto pero entretenido resumen de nuestra experiencia.
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Tengo que reconocer que después de utilizar el Segway aún tenía la sensación de ir en él mientras caminaba por las calles de regreso y pensaba: «si tuviese un Segway iría genial ahora por aquí!!» …
Me apunto lo del segway, ahora en primavera tiene que tener su punto.
Gran blog, enhorabuena!
A mí me faltó el comer en el restaurante Botín 🙁 Bueno, otra vez será!
Por cierto, ¿quieres que hagamos post amigo?
Saludos
Botín es un restaurante increíble, lejos de ser una turistada, su calidad es excepcional.
OK al postamigo, ahora lo preparo.
Aunque ahora en Navidad con tanta gente por Madriz no vea… jajajaj
Interesante, muy interesante el medio.
Saludos viajeros
El LoBo BoBo
Eso de ver en el vídeo cómo os adelanta un chiquillo con monopatín… es para mataros, jejeje.
Ya en serio, el ir en segway es muy divertido y permite recorrer más distancia en menos tiempo. Lo tendremos en cuenta para visitar Madrid!
Saludos 😉
No era un monopatín, era un segway vintage jejejej …
Una forma muy cómoda de visitar la ciudad, tiene que ser una experiencia muy chula. Y si termina con una buena comilona mejor! Había visto los segways pero no conocía el testimonio de nadie que los hubiera utilizado, ahora a lo mejor me animo a probarlos algún día, aunque no se si me atrevería a ir con cámara en mano! 😉
Un abrazo y feliz 2014!
Parece complicado pero tras un buen entrenamiento precio, es muy fácil, sin manos incluso 🙂
El día que lo probéis, cambiaréis el concepto del turismo por ciudad 🙂
Un abrazo y feliz año nuevo.