Kairouan es la cuarta ciudad más santa de la fe musulmana, y en consecuencia, un destino muy importante para la peregrinación religiosa del Islam. Además, tanto por su larga historia y sus mezquitas, han convertido a Kairouan en Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La ciudad de Kairouan está situada en el centro de Túnez, a unos 150 km al sur de Túnez. La ciudad se estableció para ser una especie de granero o “despensa” árabe en el año 670 d.C., tan sólo 50 años después de la muerte del profeta Mahoma.
La ciudad rápidamente asumió una primordial importancia en la conversión islámica del norte de África, siendo una de las siete ciudades sagradas del Islam y la principal en el Magreb. Su mezquita es la más antigua del norte de África , construida en las primeras décadas del Islam.
A principios del IX noveno, Kairouan se convirtió en la capital de la dinastía Aghlabid , momento en el que la ciudad entró en una edad de oro, y cuando, entre otras cosas, se reconstruyó la Gran Mezquita en –más o menos- su forma actual, se construyó la Mezquita de las Tres Puertas, y un acueducto de 36 kilómetros diseñado para llevar agua a la ciudad hasta varias cisternas entre las que se encuentra una inmensa de cisterna circular de 5 metros de profundidad y 128m de diámetro, estando una de ellas en el patio principal de la Gran Mezquita.
Estos son los elementos más destacados de la ciudad que han sobrevivido desde entonces, muchos de los cuales (incluyendo las murallas de la medina) son relativamente recientes, datando de los últimos tres siglos.
Desde su fundación y hasta nuestros días, la gente de todas partes del mundo musulmán aún peregrinan hasta Kairouan para visitar sus mezquitas y escuelas islámicas, las cuales están abiertas a todos los visitantes de la ciudad. Una peregrinación a Kairouan es equivalente a una séptima parte de una peregrinación a La Meca, para hacerse una idea de lo que representa la ciudad para el mundo islámico.
Para conocer y explorar Kairouan, la mejor opción es caminando. Teniendo como referencia o epicentro la Medina, que como en muchas ciudades de Túnez es la ciudad vieja, y el lugar en el que se pueden encontrar casi todos los sitios de interés turísticos. Aunque la propio Medina es un lugar muy pintoresco y bonito, con paredes encaladas y multitud de callejones por los que explorar, es la puerta noroeste de la ciudad desde la que se encuentra la mejor ubicación para conocer la ciudad.
El máximo atractivo turístico de Kairouan es la Gran Mezquita, donde (si no eres musulmán), no se puede acceder a la sala de oración, aunque sí se puede ver desde fuera al estar las puertas abiertas y además se puede disfrutar de la arquitectura exterior donde se pueden observar que hay resto de antiguas construcciones romanas, de las que se reciclaron muchas piezas para construir la Gran Mezquita.
La Gran Mezquita está rodeada de una Medina muy pintoresca donde además hay muchos pequeños comercios y tiendas, … lugares para tomar algo, etc. ciertamente muy enfocado al “visitante” pero igualmente bonito y auténtico.
Y aunque la Gran Mezquita es el edificio religioso más importante no sólo de Kairouan sino de Túnez, también podemos encontrar en la misma ciudad la mezquita de las Tres Puertas, que, aunque el interior no es accesible de ninguna manera por los turistas, su fachada y exterior de diseño árabe clásico merece mucho la pena.
Otro lugar muy característico y que convierten a Kairouan en uno de los lugares sagrados del Islam es el denominado Mausoleo del “Barbero” o Peluquero. El mausoleo alberga la tumba de Abu Dhama, quién fue un compañero de Mahoma apodado como Sidi Sahab («portador de tres pelos»), ya que se le otorgó el cometido de llevar siempre consigo pelos de la barba del Profeta Mahoma.
El mausoleo se construyó en el siglo VII, ampliado en el siglo XVII y restaurado en los siglos XVIII y XIX. Este complejo de habitaciones está decorado con magníficas cerámicas de Nabeul y paneles de estuco en estilo morisco-español similares a los de la Alhambra de Granada.
Como un lugar para visitar en Túnez, Kairouan ofrece una gran variedad de lugares de interés histórico, una medina encantadora y unas bulliciosas calles y vida de puertas para afuera que tiene mucho encanto. Los colores azul claro de las ventanas y balcones en paredes blancas, los estrechos callejones, zocos y una interminable variedad de puertas decorativas de estilo árabe clásicas que hacen que sea una ciudad digna de visitar y disfrutar.
Parece una ciudad con mucho encanto.
Le tengo ganas a Tunez. A ver si algún día cae.
Saludotes 😉
Excelente entrada Alfonso y unas fotos estupendas y muy bien escogidas reflejas perfectamente los contrastes de esta ciudad .-
Saludos