En el camino que conduce desde la Capadoccia hasta Ankara, situado a 120 kilómetros de la capital turca, y tras una serpenteante carretera que parece no tener fin a través de los interminables campos de Anatolia cargados de preciosos campos de girasoles, se encuentra una de las maravillas naturales de Turquía, las brillantes salinas de Tuz Gölü, o lo que viene a ser el lago salado de Turquía.
El lago atrae la mirada como fuese un imán, a pesar de la brillante blancura hace entrecerrar los ojos mientras nos acercamos. Es un enorme lago, el segundo más grande de Turquía con 48 kilómetros de ancho y 80 de largo, no tiene salida, es un lago cerrado y está rodeado de mesetas por los cuatro lados. Debido a que los dos ríos que alimentan el lago son insuficientes, en verano, a causa de la evaporación, el lago se seca unos 30 cm. En invierno, el agua se recoge de nuevo, aunque en su nivel más profundo no hay más de 2 metros, con lo que, a pesar de ser el segundo lago más grande de Turquía, no hay mucha agua debido a su poca profundidad.
Tuz Gölü es uno de los lagos del mundo con mayor salinidad, ni más ni menos que un 33%, lo que hace imposible el cultivo alrededor del lago. La sal sólo puede ser extraída del lago en los meses de julio y agosto, cuya razón es asegurarse de tener la sal limpia, la cuál sólo se recoge de las áreas donde la capa superficial es de más de 6 cm de espesor. La sal se excava, se retira la capa sucia y la sal limpia que queda se recoge en montículos y se carga manualmente en los vagones que conforman unos mini trenes perfectamente visibles en los alrededores del lago salado.
El lago tiene unas importantes minas de sal, una importante industria que hace que tres cuartas partes de la sal que se consume en Turquía, procede de éste lago, que a su vez es un balneario natural donde también la industria cosmética utiliza el agua, la sal, el barro y los extractos de los 22 tipos de minerales que -según cuenta el guía- se encuentran aquí para fabricar varios tratamientos suavizante para la piel.
Pero Tuz Gölü no es sólo un lago que favorece a la industria, es también el hogar del mayor grupo de flamencos rosas del Mediterráneo. En 2011, según los estudios se produjo la mayor cría de flamencos, nacieron aquí unos 18.000, ¡ eso es un montón de rosa ! … lo del color rosa de las plumas del flamenco, parece ser que es debido a la fuente de alimentación del flamenco, en Tuz Gölü, la artemia salina es su comida favorita así como el alga roja Dunaliella salina, plantas que provocan ese color rosa en sus plumajes.
Hablando de las algas rojas, parece ser que hay épocas en las que hay gran cantidad de alga, lo cuál está incluso fuera del control de la autoridades, sucede entonces algo que allí denominan la marea carmesí, una especie de floración de «sangre» roja a lo largo de las orillas del lago, que, en contraste con las blancas salinas es algo particularmente chocante, desgraciadamente ésto sólo nos lo contó el guía y por la época en la que visité el lago, nunca he podido verlo.
Sin lugar a dudas un regalo o un «extra» en un viaje por el interior de Turquía, la pena es que con tanta explotación industrial, la fauna y la flora, así como los preciosos flamencos rosa, estén desapareciendo del lago, … al menos eso denunciabas las pancartas del WWF (World Wildlife Foundation) que allí había.
Estuvimos en Turquia en agosto del 2014 y visitamos el Lago Salado. Es un lugar impresionantemente bello , recomendable visitarlo junto con Capadoccia ,Pamukale y porsupuesto Estambul.
Qué curioso lugar, tiene que ser chulo cuando se llena de algas, el contraste debe ser espectacular!!! Un abrazo!!! 😉
Vaya imágenes, desde luego son increibles. Nuestra próxima visita a Turquía pasará por allí.
Un saludo,
Gracias por tu comentario!
Menuda maravilla de lugar!! Como suele pasar siempre hay algo-alguien que fastidia estas maravillas de la naturaleza. Esperemos que no acaben con él!! Gracias por hacerme viajar desde mi silla… Un abrazo
Gracias a tí por pasarte por aquí, un placer.
Qué pasada. Cuando fuimos a Turquía solo visitamos Estambul, porque no teníamos días suficientes para ver el interior como se merece. Viendo joyas como estas, queda claro que hay que echar ahí unos cuantos días 🙂
Hay tanto por descubrir…
Un bue blog se merece un voto en bitacoras.Aquí tienes el mio
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